A diferencia de los animales, la sexualidad es, en nuestra especie, mucho más que un medio para conseguir la reproducción y afecta a una parte considerable de la vida de los seres humanos, ya que, además de con el aspecto físico, la sexualidad está relacionada con sentimientos y emociones básicos para el desarrollo psicológico de las personas y se halla muy influida por el amor, la amistad y el afecto.
La sexualidad humana es, asimismo, un medio de comunicación afectiva muy importante para alcanzar el equilibrio y la madurez adecuados.
Por otra parte, no hay un único modo de vivir la sexualidad, sino que esta depende de valores culturales creencias religiosas, actitudes éticas y, en definitiva, de una elección personal. Una sociedad que se reconozca libre y democrática debe respetar las diferentes opciones sexuales.